La depresión geriátrica, por su frecuencia, implicaciones clínicas y por el importante
sufrimiento que produce, puede ser considerada como un verdadero problema de salud
pública. Desafortunadamente, el grado de conocimiento sobre la misma alcanzado hasta el
presente por la comunidad científica y el de los propios agentes sanitarios implicados en su
diagnóstico y tratamiento está lejos de ser el deseable.
La creciente demanda asistencial que viene de la mano de los irrefutables datos
epidemiológicos relacionados con el aumento de la población de personas mayores y la alta
prevalencia de depresión en este grupo de edad, requiere respuestas eficientes y basadas
en la evidencia. Sin embargo, solo hasta recientemente, esta enfermedad está recibiendo
la atención que merece por parte de los médicos, sean éstos de Atención Primaria o
especialistas. Los profesionales reclaman información, pero ésta es escasa en la literatura
especializada, tanto en la forma de artículos, libros o guías de práctica clínica.
La investigación que se genera en este campo es también claramente insuficiente.
A ello ha de añadirse la frecuente exclusión de los ancianos en los ensayos clínicos
farmacoterapéuticos. Todo esto obliga al Psiquiatra a la continua toma de decisiones clínicas
en estos ámbitos con ausencia de sólidas bases científicas, o empleando información
extrapolada de poblaciones no geriátricas.
Por todo ello la Sociedad Española de Psicogeriatría generó un documento de Consenso
sobre depresión geriátrica que vio la luz en 2011. Pasados unos años de ese trabajo, se hace
necesario proceder a una actualización de sus propuestas y contenidos. El objetivo común
de ambos proyectos fue y sigue siendo consensuar una propuesta de criterios profesionales
y recomendaciones clínicas que mejore la incertidumbre clínica en el diagnóstico y
tratamiento de los pacientes ancianos con trastornos depresivos.
Con este fin se ha solicitado y analizado el criterio experto de profesionales de reconocido
prestigio por su conocimiento y experiencia profesional en la depresión geriátrica con el
fin de ayudar a dilucidar las controversias existentes y completar las lagunas informativas
actuales. Al igual que en la primera edición del Consenso, se ha utilizado la versión más
actual de la técnica Delphi, un procedimiento de acuerdo experto, fiable y con larga tradición
de uso en biomedicina.